martes, 7 de septiembre de 2010

La inseguridad en la opinión pública marplatense

La inseguridad es el principal problema según los ciudadanos marplatenses. Un 79,4% expresa que el mismo se encuentra entre sus preocupaciones seguido por el desempleo con un 25,8% de las menciones, una diferencia porcentual significativa en relación a la falta de seguridad.
Estos datos se encuentran basados en un estudio de opinión pública con un muestra de 408 casos en el Partido de General Pueyrredón con un diseño muestral probabilístico por conglomerados polietápico de fases múltiples realizado entre los días 13 al 19 de agosto de 2010. El error muestral es +/- 4,95 con un nivel de significación del 95%.
En el mismo estudio se indago acerca de la percepción comparada de la seguridad con respecto a un año atrás. Para el 83,0% de los entrevistados la seguridad empeoró en con respecto al año anterior.
De este modo, y una vez que se corrobora que la inseguridad se encuentra en la agenda de nuestra opinión pública se plantearon dos dimensiones de análisis de nuestra sociedad local. Por un lado, se aborda la problemática desde las soluciones, posibles respuestas que se encuentra en el imaginario colectivo con implicaciones múltiples, entre ellas la producción de sentido que se observa en los medios de comunicación o en la discursividad de los formadores de opinión. Por otra parte, un tema que resulta relevante para la construcción ciudadana que parte de la comprensión del lugar desde donde se desarrolla la construcción de nuestra realidad. En este sentido, se indaga sobre el lugar y los actores involucrados en la modificación o el cambio de la realidad, sus problemas y la coyuntura.

Soluciones a la problemática

Incrementar la presencia policial en las calles con mayor control y vigilancia es la respuesta con mayores menciones entre los marplatenses, ascendiendo al 40,2%. Las leyes, su ampliación, promulgación y mejora (24,7%) es la segunda solución que deberían implementar los distintos niveles gubernamentales del país.
Posteriormente surgen cuestiones que apuntan a una solución de fondo, desde la implementación de políticas públicas para una mayor integración social cuando los respondentes hacen referencia en un 16,5% de los casos a la necesidad de brindar fuentes de trabajo y en un 14,9% a la educación, formación y capacitación.
Con un 7,0% se observan aquellos ciudadanos que entienden que cambiando la edad de imputabilidad de los menores la sociedad encontrará el camino hacia una solución del tema y con un similar 6,7% se hace oir la porción de nuestra comunidad que pide “mano dura” o “sacar los militares a la calle”.
En un 4,6% de las menciones aparece un interesante punto vinculado a una de las dimensiones que a priori se planteo esta estudio como objetivo. Este porcentaje surge de forma espontánea, tal como las anteriores respuesta, y hace referencia a la necesidad de unión, de búsqueda de consenso ciudadano, entre la gente común, la que está demandando desde el llano respuestas a un tema que preocupa y conmueve con casos resonantes y muy tristes que nos ha sucedido en los últimos días en el país.
Finalmente se observan algunos porcentajes mucho menos relevantes pero que reclaman su lugar como son aquellos que hacen referencia a la pena de muerte (2,0%) o los que entienden que “bloqueando villas miseria” (1,0%) se encuentra respuesta a la inseguridad de las calles del país.
Como síntesis se puede visualizar un doble abordaje de las respuestas de los marplatenses acerca de las soluciones o respuestas sobre la inseguridad. Uno que hace referencia a cuestiones de índole estructural (acercándose más a la idea de una preeminencia del todo social sobre sus partes individuales, acentuándose las cuestiones restrictivas de la estructura) con soluciones vinculadas a la modificación o ampliación de leyes o a la necesidad de incorporar mayor presencia policial en las calles. Este tipo de abordaje es entendido como respuesta al problema por un 81,3% de los respondentes.
Un 31,4% de los marplatenses entiende que el abordaje de la problemática se encuentra vinculado a la posibilidad de inserción del individuo a través de políticas sociales de empleo y empleabilidad haciendo referencia, en este mismo sentido, a la educación, formación o capacitación.
De este modo, la mirada suma al sujeto, su subjetividad, los elementos culturales, la historia como parte del proceso que brindaría respuestas a semejante problemática social. Diría Giddens (1984), que en las actividades humanas se reproducen las condiciones que hacen posibles sus acciones. Es decir, no hay cuestiones estructurales que determinan ni agentes sociales que actúan sin condicionamientos de las normas o de las mismas instituciones.
Un 15,6% de los respondentes expresa respuestas vinculadas con la estructura mientras entiende que también políticas inclusivas podrían aportar elementos para una construcción social diferente.

Atribución de responsabilidades y ejercicio de la ciudadanía

Indagando acerca de la responsabilidad de modificar la realidad de nuestro país, los marplatenses expresaron en un 89.2% de las menciones que es el gobierno, los legisladores, concejales, es decir, el poder político ejecutivo y legislativo en general son los que tienen esta responsabilidad. Es importante aclarar que el poder ejecutivo nacional se queda con el 40,3% de las menciones relativas al poder político en general.
Entre los responsables se encuentra según un 22,7% de los entrevistados la justicia, los fiscales y los jueces, es decir, el poder judicial. Con un peso relativo similar aparece la responsabilidad ciudadana, de padres y de la familia en la construcción de la realidad (24,7% de las menciones).
La escuela y otras instituciones educativas obtuvieron el 14,4% de las menciones en las responsabilidades indagadas. Y con un 6,2% de las menciones aparece la policía como la responsable de modificar nuestra realidad.
Las menciones de cada respondente son múltiples con lo cual se observa que superan las mismas al 100%.
De este modo, se visualiza un 24,7% de los respondentes que de forma espontánea entiende que como ciudadanos hay responsabilidad o necesidad de incidencia en la vida pública. Sin embargo, cuando se dirige la pregunta sobre el rol de la ciudadanía como motor de cambio social indagando acerca de la posibilidad concreta de modificar la realidad a través de la apropiación de una ciudadanía plena las respuestas están bien repartidas. Un 51,3% de los marplatenses entiende que desde el lugar de ciudadano se puede incidir sobre la realidad mientras que un 48,7% expresa lo contrario.
Entre quienes consideran que la ciudadanía tiene la posibilidad de plantear un cambio surge la necesidad de construcción de consensos, unión, solidaridad y compromiso como herramientas que harían posible la participación de los actores sociales desde su momento autónomo. Este fenómeno se acentua más entre el segmento más joven de la población (18 a 29 años) mientras que aparece de forma poco significativa en el segmento de adultos mayores (65 años y más).
Podría plantearse lo expresado por la opinión pública marplatense a través de en una nueva solidaridad en términos de Emile Durkheim, una articulación diferente entre lo político y lo social con la finalidad de garantizar la cohesión social y dar lugar al pleno ejercicio de los derechos políticos, sociales y civiles que sugieren desde esta triple apropiación, una ciudadanía plena.

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